La información científica establece que existen dos rutas de transmisión dominantes: a través de gotículas emitidas al estornudar, toser o hablar y mediante el contacto con superficies (mano a mano, mano a superficie, etc.). Algunas de las recomendaciones ya conocidas para evitar la transmisión por contacto son desinfección frecuente de superficies, lavado de manos, evitar tocar la cara etc.
La transmisión a través del aire se produce por dos vías:
Recomendaciones a nivel de climatización
OMS, CDC, OSHA y otros organismos y asociaciones internacionales están editando guías y recomendaciones para prevenir el contagio en los lugares de trabajo. Sin embargo, solo dos organizaciones internacionales (ASHRAE y REHVA) y una a nivel nacional (ATECYR) se han planteado cómo deben intervenir los sistemas de climatización HVAC en las medidas de prevención. Estas organizaciones han publicado guías y documentos técnicos específicos para los sistemas de HVAC con sus recomendaciones.
Como norma general hay un acuerdo unánime en que los sistemas de HVAC centralizados pueden contribuir a reducir las posibilidades de contagio en los centros de trabajo. ASHRAE, REHVA y ATECYR coinciden en la necesidad de mantener en marcha estos equipos e incluso modificar algunos aspectos de su funcionamiento para incrementar su efectividad.
Estas organizaciones coinciden en la mayoría de sus recomendaciones:
Por el contrario, REHVA y ASHRAE discrepan es en la recirculación de aire. REHVA insiste en que el caudal de ventilación debe ser del 100% sin recirculación, aunque esto signifique disconfort térmico. Por su parte, ASHRAE puntualiza que debe aumentarse el aire exterior todo lo posible, si bien no en todas las instalaciones es técnicamente viable un 100% de aire exterior. En estos casos, admitir un cierto grado de recirculación no tiene por qué ser perjudicial, si además se complementa con un aumento de la eficacia de filtración.
Desde esta visión se produce una discrepancia en la importancia que ambas organizaciones dan a la filtración. Por un lado, REHVA, al no recomendar la recirculación de aire, no considera importante el cambio o mejora de filtros, ya que en un sistema trabajando al 100% sin recirculación, estos no tienen efecto en la transmisión del virus. Sin embargo, ASHRAE, que si considera la recirculación, da más importancia a la filtración y recomienda elevar la eficacia de ventilación lo máximo posible, a poder ser por encima de nivel MERV13 (F7).
Ambas organizaciones también discrepan en la importancia del control térmico: REVHA considera secundario que los recintos de trabajo no alcancen las condiciones de confort, mientras que para ASHRAE, mantenerse fuera de unas ciertas condiciones de confort puede ser también una fuente de insalubridad.
ATECYR se posiciona en una opinión intermedia, coincide con REVHA en que el confort térmico tiene que pasar a un segundo lugar, pero admite, como ASHRAE, que no todos los sistemas pueden trabajar al 100% de aire exterior, por lo que en esos casos el incremento de eficacia de la filtración es una opción valida y realista.
Seguramente ambas organizaciones tienen razón a su manera. En épocas de temperaturas medias como primavera y otoño las condiciones interiores no son críticas. Sin embargo, en épocas extremas no sería aceptable ni saludable mantener temperaturas por encima de 35ºC en verano o por debajo de 10ºC en invierno.
ASHRAE se refiere siempre a sistemas centrales de HVAC, es decir, sistemas clásicos de climatización basados en climatizadores y difusión por conductos; no considera sistemas más básicos como splits, cassettes o fancoils. REHVA recomienda que este tipo de equipos se mantengan apagados siempre que sea posible, aunque deja abierta la posibilidad a que estén encendidos si el sistema no permite su desconexión independiente del sistema general. ATECYR se inclina por mantener estos sistemas funcionando continuamente a baja velocidad para evitar posibles acumulaciones de virus que puedan ser liberadas súbitamente en la puesta en marcha.
¿Cómo adapto mi sistema de HVAC a estas recomendaciones?
Hay distintas formas y sistemas de climatizar oficinas y puestos de trabajo, por lo que el problema es cómo aplicar correctamente las recomendaciones de REHVA, ASHRAE y ATECYR a cada instalación concreta, sin cometer errores que agraven la situación en lugar de mejorarla.
Básicamente hay dos esquemas conceptuales para la climatización de oficinas: sistemas basados en equipos individuales o sistemas centralizados.
1. Sistemas individuales.
Estos sistemas, con equipos conocidos como split, fancoils o cassettes, son sistemas sencillos, generalmente con muy bajo nivel de filtración de aire (filtros G2-G3) y renovación de aire pobre o a veces inexistente. Por tanto, la capacidad de ventilación y filtración de estos sistemas es nula. Por sí mismos serian incapaces de reducir la concentración de patógenos en el aire.
En este tipo de instalaciones, la única forma de prevenir la difusión de patógenos es reforzar la ventilación natural: abrir ventanas y poner en marcha continua todos los extractores, especialmente los extractores de baños, pero también otros extractores que puedan existir en zonas de descanso, salas de reuniones, zonas de fotocopiadoras etc. La mayor parte de estos extractores son de funcionamiento discontinuo, funcionan con temporizadores o enclavados con la iluminación, por lo que debe cambiarse el funcionamiento a modo continuo.
Mantener los equipos split en funcionamiento (recomendado por ATECYR y más o menos aceptado por REHVA) puede, en cierto modo, reforzar la ventilación natural, ayudando al movimiento y la renovación del aire, evitando su estancamiento en algunas zonas. Pero debe comeplementarse con una limpieza y descontaminación frecuente de los filtros de las unidades spilt y fancoils.
Para incrementar la protección en oficinas con este sistema de climatización, habría que utilizar equipos autónomos de purificación de aire con filtración HEPA y a la instalación de equipos germicidas UV-C (estos equipos deben utilizarse solo cuando no hay ocupación de personas).
2. Sistemas centralizados:
Los sistemas centralizados están basados en climatizadores instalados en zonas técnicas que climatizan el aire y lo impulsan a las salas a través de redes de conductos. Estos sistemas cuentan con varias ventajas, ya que generalmente permiten un mayor control del caudal de aire exterior y suelen tener niveles de filtración más efectivos.
REHVA no considera relevante incrementar la filtración del aire, porque en general no recomienda la recirculación. Sin embargo, muchos sistemas de climatización centralizados recirculan una parte importante de su caudal (70-80%) y difícilmente pueden trabajar con todo aire exterior, ya que sus tomas de aire no están preparadas para un 100% del caudal. Para estos casos, ASHRAE sí considera importante incrementar el nivel de filtración y aconseja un nivel mínimo de eficacia de filtros MERV 13 (F7).
Esta es una de las pocas discrepancias entre REHVA y ASHRAE. Para REVHA, todo lo que no sea una eficacia HEPA no tiene sentido de ser considerado. Por el contrario, ASHRAE y ATECYR trabajan más el concepto de reducción de la contaminación y consideran que a partir de F7, el efecto de ‘limpieza’ sobre el aire recirculado es favorable (al menos igual de favorable que el efecto de una mascarilla FFP2 que tampoco es HEPA). En general, este tipo de climatizadores suele tener filtros de bolsa, con eficiencias muy variables que van desde M6 a F9, pero los bastidores son similares, por lo que sería fácil cambiar filtros de baja eficacia por otros de eficacia mayor, siempre que los ventiladores puedan seguir dando el caudal nominal.
También en los sistemas centralizados es fácil implementar sistemas germicidas UV-C en el interior del climatizador, normalmente en la sección de filtros o en la sección de baterías.
Dentro de los sistemas centralizados existen algunas variantes:
2.1. Sistemas con free cooling
Son sistemas preparados para aprovechar el ‘enfriamiento gratuito’, es decir, para aprovechar las condiciones exteriores cuando estas son favorables. Son sistemas que pueden ser fácilmente transformados en sistemas 100% aire exterior o, en caso de condiciones exteriores muy adversas, pueden adaptarse a trabajar con altos niveles de renovación de aire, manteniendo un cierto control de temperatura e incrementando lo máximo posible la eficacia de los filtros.
2.2. Sistema mixto.
Un sistema centralizado de conductos trata el aire de renovación general y equipos split o fancoil compensan las cargas térmicas de cada sala o local. El sistema centralizado de aire suele trabajar en forma de 100% aire exterior y normalmente estar asociado a sistemas de control que regulan su velocidad o incluso su marcha en función de la calidad interna del aire (media con sondas de VOC +CO2). Por tanto, es necesario desactivar este control para que el sistema trabaje en continuo y a máximo caudal.
2.3. Sistemas con recuperador de energía.
El RITE obliga a instalar sistemas de recuperación de energía en las instalaciones que tienen un caudal de extracción superior a 1.800m3/h. REVHA, ASHRAE y ATECYR previenen de los problemas de recirculación de aire no controlado a través de estos sistemas.
Hay cuatro sistemas básicos de recuperación: rueda entálpica, flujos cruzados, doble batería y recuperación activa por circuito frigorífico.
Los sistemas de doble batería y recuperación activa no ofrecen problemas, ya que los flujos de aire de entrada y de salida están siempre separados y recuperan energía a través de un fluido intermedio. En el caso de rueda entálpica y flujos cruzados, si la instalación es deficiente, pueden producirse mezclas del aire de extracción y el aire de renovación. La forma más sencilla de asegurar que no hay reflujo en el aire de extracción es que el ventilador de extracción esté situado en la salida del aire del recuperador. De esta forma, las fugas serán siempre hacia la extracción y no hacia el aire de entrada.
2.4. Sistemas de caudal variable.
Una gran parte de los sistemas de climatización de oficinas trabajan en caudal variable, es decir, el caudal impulsado a cada sala o recinto varía en función de las necesidades térmicas o de confort. Debe actuarse sobre el control de estos sistemas para que trabajen en continuo y a máximo caudal.
Distribución del aire
Independientemente del sistema de climatización, también es importante tener en cuenta la distribución del aire en las salas para prevenir la existencia de zonas muertas sin renovación. La ventilación y renovación de todo el volumen de aire de una zona depende de la situación de los difusores de entrada y de las rejillas de retorno. Lamentablemente, en zonas de oficinas la posición de estos elementos suele depender más del criterio del decorador que del criterio del ingeniero. Aumentar la renovación de aire, incrementar la eficacia de filtración, mantener los sistemas trabajando las 24 horas, puede no ser suficiente si la distribución de aire es deficiente.
En algunas oficinas, estas zonas de ventilación deficiente suelen ser conocidas: zonas en las que no se consigue una correcta climatización, frías en invierno y calientes en verano, zonas donde los olores se acumulan… Para intentar evitar estas zonas muertas, es conveniente complementar la ventilación mecánica con ventilación natural, abriendo ventanas y colocando la extracción de aseos en modo continuo.
En zonas críticas como salas de espera, zonas de recepción, etc., donde es esperable un flujo continuo de personas, puede ser conveniente incrementar la calidad de aire mediante sistemas autónomos de filtración HEPA.
Conclusión
Las recomendaciones de REHVA, ASHRAE y ATECYR son bastante razonables, están bien fundamentadas y complementan a las recomendaciones generales de prevención dadas por las autoridades nacionales e internacionales.
No obstante, para que funcionen adecuadamente y, sobre todo, para que no sean contraproducentes, deben ser adaptadas a cada instalación particular. Es necesario analizar cada instalación, sus características, componentes y funcionamiento y realizar los cambios de una forma racional, con fundamento técnico y, sobre todo, con sentido común. Por una vez habrá que hacer mas caso a los ingenieros que a los decoradores.
Acrónimos:
Bibliografía:
Nombre | Cristóbal Molleja y Miguel Ruiz |
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Empresa | Net-Pharma y Inntegrapharma, respectivamente |
Cargo | Gerente y consultor, respectivamente |
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