Edificios con certificaciones Breeam y Well: Un compromiso de la industria farmacéutica con la innovación y la sostenibilidad

A nadie se le escapa que el sector farmacéutico, a nivel global, es uno de los más punteros, y de los que más invierten en I+D. Se trata de una industria pionera en lo referente a la Responsabilidad Social Corporativa y el respeto del medio ambiente y las personas.

Esta manera de trabajar impulsa a las empresas del sector a mantenerse en constante cambio y adaptación ante los desafíos de nuestro tiempo, en el que cada vez hay mayores exigencias y es necesario posicionarse de forma auténtica, tanto hacia sus trabajadores como hacia la sociedad en general. En este escenario, las empresas farmacéuticas deben también adecuar su manera de trabajar hacia los nuevos estándares que apunten a convertirlas en compañías más sostenibles, que ajusten en todas sus actuaciones a disminuir su impacto ambiental y su huella de carbono.

Mejorando la sostenibilidad de los edificios farmacéuticos

BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) es un sistema de certificación independiente y con reconocimiento internacional, que mejora la sostenibilidad de los edificios y aumenta la durabilidad de los mismos. Asimismo, es una herramienta útil en las estrategias ESG (Enviromental, Social y Governance) de cualquier empresa.

BREEAM dispone de transposición a la normativa española con más de 591.000 edificaciones certificados desde 1990. Gracias a BREEAM se consigue un edificio con una alta calidad de materiales, con menos impacto para el medio ambiente, consumos menores de recursos naturales y alta durabilidad. Esta certificación da un valor añadido al inmueble, crea un entorno más agradable y sigue las pautas para hacer el mundo más sostenible. Los requisitos de BREEAM mejoran la eficiencia energética del inmueble y de las instalaciones, tales como la monitorización de la energía y el agua, para que estos dos recursos se aprovechen al máximo; el aprovisionamiento responsable de los materiales de construcción, o la mejora del coste de ciclo de vida del edificio.

Concretamente, para el sector farmacéutico BREEAM dispone de requisitos como la conservación frigorífica o los sistemas de laboratorio energéticamente eficiente, para los cuales se dan herramientas en varios campos que impulsan a que las instalaciones disminuyan su consumo sin por ello tener que incrementar su inversión.

En el caso de la eficiencia energética en la conservación frigorífica, el diseño se realiza en la fase inicial de un proyecto con una estrategia multidisciplinar. El objetivo es conseguir el menor impacto ambiental viablemente posible, incluyendo factores como la energía, las emisiones de carbono y el impacto del refrigerante. La instalación de dispositivos de control tiene la capacidad de minimizar los incrementos en la temperatura del refrigerante, a través de mandos que optimizan los niveles térmicos del evaporador, y previenen el incremento de la presión principal.

Otro punto destacado consiste en reducir la necesidad de que exista un mando manual de los dispositivos de control de las instalaciones y los equipos durante su funcionamiento normal. Este objetivo se consigue a través de controles automáticos centralizados, controles anti sabotaje, controles automáticos de la iluminación, temperatura de consigna y zonas muertas de temperatura.

Al finalizar la construcción, se valida el cumplimiento de los objetivos con pruebas como la termografía, que permite comprobar la buena ejecución en la colocación del aislamiento y la falta de puentes térmicos en la envolvente, así como una puesta en servicio y ensayo con técnicos con cualificación adecuada.

Una certificación que promueve el bienestar e impulsa la productividad

La certificación WELL –una de las más innovadoras en la actualidad–es un estándar internacional que ya dispone de más de 22.000 certificaciones con éxito a nivel global. Esta se enfoca en la promoción de la salud y el bienestar de las personas en los espacios interiores. Una de sus premisas es que las personas pasamos más del 90% de nuestro tiempo en interiores. Asimismo, si pasamos el 30% de nuestra vida en el trabajo, nuestra salud es un activo que debe mantenerse e incluso, mejorarse en este entorno. Más aún, en empresas que se relacionan con el sector sanidad, como es la industria farmacéutica, la salud de los trabajadores debe ser una prioridad.

Con este objetivo, la certificación WELL trabaja el aire interior, la iluminación, el confort térmico, el ruido ambiental y los materiales de los edificios, pero también aspectos como la nutrición, la mente y la comunidad de los usuarios de un edificio. Uno de los grandes beneficios de la certificación WELL es que tiene un impacto importante, ya que su implementación mejora la productividad, reduciendo el estrés y reteniendo el talento. De hecho, se ha demostrado que las empresas que disponen de certificación WELL tienen un retorno sobre la inversión (ROI) de 10 puntos en las puntuaciones de productividad y un 28% de aumento de satisfacción en el puesto de trabajo.

BREEAM y WELL, además, son certificaciones complementarias y pueden obtenerse en paralelo. Incluso, hay premisas que tienen el mismo objetivo y las entidades de BREEAM y WELL han creado un manual o crosswalk en el cual queda reflejado qué requisito en BREEAM es equivalente en WELL y viceversa.

Finalmente, ambas certificaciones lejos de un greenwash, son una oportunidad para que las empresas del sector puedan mostrar su compromiso con valores tangibles, en beneficio del medio ambiente y las personas. Certificarse en BREEAM y WELL posiciona a las compañías del sector farmacéutico como empresas líderes en innovación y sostenibilidad.

Datos del autor

Nombre	Jordi Codina
Empresa	Nadico Industrial Management, SL
Cargo	CEO & Presidente