Más allá del sector farmacéutico y sanitario, la robótica colaborativa está extendiendo su campo de aplicación de forma general. En una encuesta2 global realizada por ABB a CEOS y directores generales de 1650 grandes y pequeñas empresas de Europa, Estados Unidos y China, el 84% de las empresas dijeron que aumentarán el uso de la robótica y la automatización en la próxima década, mientras que el 85% dijo que la pandemia había estado “cambiando el juego” para su negocio e industria, siendo la pandemia un impulsor para acelerar la inversión en automatización.
En 2019 se desplegaron más de 22.000 nuevos robots colaborativos en todo el mundo, un 19% más que el año anterior3. Siguiendo esta tendencia, se estima que la demanda de robots colaborativos crecerá un 17% entre 2020 y 20254, mientras que se espera que el valor de las ventas globales de robots colaborativos (cobots) aumente de 0,7 mil millones de dólares en 2019 a 1,4 mil millones en 20255. Se prevé que el mercado global de todos los robots industriales crecerá de 45 mil millones de dólares en 2020 a 58 mil millones para 2023 (CAGR del 12 %)6.
Nueva gama de cobots: SWIFTI y GoFa
En este sentido, ABB ha sumado dos nuevos cobots, GoFa y SWIFTI, con la finalidad de implementar automatización en sectores como el farmacéutico. Estos cobots cuentan con múltiples características que los hacen más fuertes, rápidos y capaces de acelerar la productividad de la compañía en segmentos de alto crecimiento, incluyendo electrónica, atención médica, bienes de consumo, logística, alimentos y bebidas, entre otros, satisfaciendo la creciente demanda de automatización en múltiples industrias, entre ellas la de la salud y la farmacéutica.
El cobot SWIFTI combina una carga útil de 4 kg y un alcance de hasta 580 mm con los beneficios de un funcionamiento colaborativo seguro y con facilidad de uso. También ofrece una velocidad máxima de Tool Center Point (TCP) de más de cinco metros por segundo, más de cinco veces mayor que otros cobots de su clase. Esto abrirá nuevas posibilidades para una mayor productividad en una amplia gama de aplicaciones, desde la fabricación hasta la logística, permitiendo que más empresas adopten la automatización.
Por su parte, el robot colaborativo GoFa es sencillo de utilizar y cuenta con sensores inteligentes en cada articulación para apoyar de cerca la colaboración entre humanos y robots. También destaca en alcance y velocidad para cargas útiles de hasta 5 kg. Con un alcance significativo de 950 mm, y con una velocidad de hasta 2,2 metros por segundo, GoFa ofrece una solución eficaz para una gran variedad de aplicaciones, incluyendo manipulación de materiales, carga y descarga de máquinas, montaje de componentes, embalaje e inspección, así como automatización de laboratorios.
Los cobots incorporan una gama de características que permiten utilizarlos directamente al lado de las personas sin el espacio y los gastos asociados a barreras físicas y vallados. Permitiendo que un robot y un humano compartan continuamente el mismo espacio de trabajo y cooperen en las mismas tareas sin poner en peligro la velocidad y la seguridad, ofreciendo así una mayor flexibilidad y eficiencia.
Aplicaciones de la robótica colaborativa en la industria farmacéutica
Antes de la pandemia, el sector de la salud y el farmacéutico ya estaban experimentando algunos cambios vinculados a: el aumento de pacientes que atender a causa de la longevidad de la esperanza de vida; la falta de personal en áreas como laboratorio o enfermería; y los tratamientos que requieren más personalización debido a la creación de nuevos fármacos y terapias genéticas. Esta suma de situaciones tiene un efecto en la sostenibilidad del sistema, debido a la afectación que produce en la capacidad del servicio y los costes. Con la llegada de la COVID-19, estas tendencias se han hecho todavía más evidentes y ha surgido la necesidad de darles respuesta. En este sentido, la tecnología puede jugar un papel muy importante. Los robots colaborativos, combinados con sistemas de visión, inteligencia artificial o robots móviles, pueden hacer posible nuevas aplicaciones que pueden transformar los procesos y ayudar mucho en hospitales, laboratorios, fabricación de farmacia o desarrollos científicos y, a su vez, permiten mantener al personal y a pacientes seguros.
Poder implementar los robots colaborativos en laboratorios o empresas de producción farmacéutica es una apuesta de valor para que los profesionales del sector salud puedan centrarse en tareas más productivas y de mayor especialización, mientras los robots se encargan de ejecutar procesos repetitivos.
Casos de uso de la robótica en el sector farma
Gracias a los avances en el mundo de la robótica, los cobots son capaces de realizar trabajos diversos con un sencillo sistema de programación. Cuando se trata de realizar tareas de laboratorio, el robot colaborativo YuMi se puede integrar en un dispositivo para llevar a cabo una variedad de actividades de laboratorio repetitivas, delicadas y que consumen mucho tiempo, como tareas de dosificación, mezcla y pipeteo, preparación de instrumentos estériles y carga y descarga centrífuga. Los dispositivos integrados con robots también pueden soportar procesos de temperatura controlada mediante la inserción y extracción automática de muestras hacia y desde hornos especiales, para garantizar que se incuben en las condiciones correctas. Este proceso de automatización ya está activo en el Instituto de Innovación del Texas Medical Center (TMC) en Houston, donde el robot YuMi está diseñado para trabajar junto con los profesionales médicos y el personal de laboratorio. Este cobot también podría desarrollarse para ser utilizado en hospitales para una amplia variedad de funciones logísticas, incluida la dispensación de medicamentos, transportarlos a donde se necesitan en los hospitales, llevar suministros médicos al personal del hospital y ropa de cama directamente a las habitaciones de los pacientes.
Todas estas actividades prototipo se centran en la tecnología futura que se aplica a las tareas comunes de laboratorio médico que la automatización robótica puede soportar, combinando un rendimiento constante con un nivel de flexibilidad y operación continua, que puede hacer aumentar el rendimiento y la calidad, al tiempo que minimiza los costes.
En paralelo, hay otros proyectos donde la robótica colaborativa ya está teniendo una aplicación real. Por ejemplo, los robots de ABB están ayudando al gobierno de Singapur a automatizar la preparación de los test COVID-19 en el país. Estos robots se encargan de transferir las muestras de pacientes desde los tubos de transporte a los platos que se deben de cargar en los sistemas de diagnóstico. Con la aportación de 50 robots, han conseguido llegar a un ritmo de 50.000 test al día en apenas tres meses. Otro caso parecido sucedió en el Hospital de Karolinska de Suecia, donde integraron un robot colaborativo para realizar el registro de muestras de pacientes en el laboratorio central. Por su parte, el séptimo hospital de Shanghái también usó robots industriales que permitieron automatizar tareas de almacenado y dispensado de medicamentos. Gracias a ello, el centro médico puede dar servicio a sus pacientes durante 24 horas al día, todos los días de la semana.
Por lo tanto, actualmente, y teniendo como prueba casos de aplicación reales, podemos afirmar que, incorporando robots, somos capaces de completar tareas repetitivas hasta un 50 por ciento más rápido que los procesos manuales actuales. De esta forma, concluimos que los sistemas de automatización basados en robots pueden dar respuesta a muchas de las tareas reiterativas que, sin embargo, son indispensables, como por ejemplo, registrar correctamente las muestras que entran en un laboratorio u otros trabajos que requieren de una alta precisión, mientras que las personas pueden hacer el trabajo de valor agregado, ganando así en competitividad y productividad.
Nombre | Sergio Martín |
---|---|
Empresa | ABB Robotics y Discrete Automation para España y Portugal |
Cargo | Director de negocio |
Política de privacidad | Cookies | Aviso legal | Información adicional| miembros de CEDRO