18/12/2024 / Guillermo Rodríguez

Women In Pharma® reúne a líderes del sector para abordar su sostenibilidad

La industria biofarmacéutica se encuentra en un momento crucial en su trayectoria, donde la adopción de prácticas sostenibles ya no es solo una opción ética, sino una necesidad apremiante. En este contexto, valores como responsabilidad social, ética y bienestar biológico emergen como pilares indispensables para el desarrollo futuro de este sector.

Es fundamental profundizar en la comprensión del papel que desempeñan las prácticas sostenibles en la industria biofarmacéutica, impulsando la innovación, fortaleciendo la posición de las empresas en el mercado y, sobre todo, contribuyendo al bienestar general de la sociedad y del medio ambiente.

Reconociendo esta realidad, Women In Pharma® (WIP®) – Afiliada a ISPE Iberia reunió a distinguidos panelistas, expertos líderes de la industria, para compartir sus perspectivas y experiencias en relación con la sostenibilidad: Isabel Carrilero Borbujo (Cinfa – Directora de I+D Corporativo y Sostenibilidad), Marisol Quintero (Columbus Venture Partners - Equipo de Scouting), Alba Ancochea Díaz (AstraZeneca - Líder de Sostenibilidad y SHE), Sonia Isabel Castanheira (Farmaprojects – Directora del Programa Rx).

La mesa redonda tuvo lugar el 25 de septiembre de 2024, en FARMAFORUM 2024 – la principal feria comercial para las industrias farmacéutica, biofarmacéutica, cosmética y de tecnología de laboratorios, que se celebra anualmente en Madrid, España – bajo el tema "Prácticas sostenibles en la industria biofarmacéutica: responsabilidad social, ética y bienestar."

 

La sostenibilidad como pilar en la industria biofarmacéutica: Principales conclusiones

1. La sostenibilidad es un consenso clave en la industria, promoviendo la colaboración y el intercambio de ideas frente a retos comunes.

La sostenibilidad ya no es un tema aislado, sino un compromiso compartido que atraviesa todos los sectores de la industria biofarmacéutica. Esta conciencia colectiva ha fomentado la creación de alianzas estratégicas entre competidores, organizaciones sin ánimo de lucro y organismos gubernamentales. El intercambio de conocimientos y mejores prácticas se ha convertido en una herramienta esencial para abordar desafíos ambientales, sociales y regulatorios que afectan a toda la cadena de valor.

2. La sostenibilidad ha dejado de ser una opción y se ha convertido en un imperativo, al igual que la calidad.

Al igual que las estrictas normativas que rigen la seguridad y la calidad en la industria, la sostenibilidad se ha consolidado como una responsabilidad ineludible. Las empresas que no integren prácticas sostenibles corren el riesgo de quedar relegadas en un mercado cada vez más consciente. No solo es un requerimiento moral, sino también un factor competitivo, ya que los stakeholders—incluyendo inversores, pacientes y reguladores—evalúan cada vez más los compromisos ambientales y sociales de las compañías.

3. El respaldo del top management es crucial para impulsar proyectos sostenibles con éxito.

La transición hacia modelos más sostenibles necesita el apoyo activo del liderazgo de la empresa. La sostenibilidad requiere inversiones a largo plazo, cambios en la cultura organizacional y la reorientación de prioridades estratégicas. Sin el compromiso del equipo directivo, estas iniciativas pueden quedarse en meras aspiraciones. Las compañías que han logrado integrar la sostenibilidad en su ADN corporativo suelen contar con directivos que entienden la importancia de balancear los objetivos financieros con los desafíos medioambientales y sociales.

4. Las organizaciones sin ánimo de lucro juegan un rol vital al facilitar el acceso a tratamientos costosos, especialmente en enfermedades raras.

Las asociaciones con organizaciones sin fines de lucro han sido un motor crucial para asegurar que los tratamientos innovadores lleguen a poblaciones vulnerables, especialmente en áreas como las enfermedades raras, donde los costos de desarrollo y producción son desorbitados. Estas colaboraciones permiten que los tratamientos que de otra manera serían inaccesibles estén disponibles para quienes más los necesitan. Además, estas entidades a menudo facilitan la investigación y la educación sobre la sostenibilidad dentro de la industria farmacéutica.

5. Los proyectos sostenibles abren puertas al desarrollo tecnológico y fomentan la cooperación a largo plazo, aunque no siempre sean rentables en el corto plazo.

La inversión en sostenibilidad puede no producir retornos financieros inmediatos, pero abre nuevas oportunidades para la innovación tecnológica, como la biofabricación, la economía circular o el uso de fuentes de energía renovable. Proyectos que fomentan la eficiencia de los recursos y reducen el impacto ambiental pueden, con el tiempo, generar importantes ventajas competitivas y fortalecer alianzas con otros actores del ecosistema.

6. El desafío financiero sigue siendo significativo: sin beneficios económicos claros, resulta complicado asegurar el patrocinio adecuado.

Aunque la sostenibilidad es reconocida como una prioridad, el acceso a financiamiento adecuado sigue siendo un obstáculo para muchas iniciativas. Los proyectos sostenibles suelen requerir inversiones iniciales elevadas y, en ocasiones, su retorno económico no es inmediato ni fácil de cuantificar. Esto puede generar resistencia tanto de los inversores como de los consejos de administración, especialmente en momentos de incertidumbre económica. Sin embargo, las compañías que han apostado por modelos de negocio sostenibles están empezando a mostrar que estas inversiones pueden generar un valor tangible a largo plazo.

7. Existen desajustes entre la legislación y los avances tecnológicos, como en el caso del uso de plásticos no reciclables en terapias génicas.

Uno de los grandes retos que enfrenta la industria biofarmacéutica es el desfase entre los rápidos avances en la innovación tecnológica y la lentitud con que las normativas y regulaciones se adaptan a estos cambios. Un ejemplo claro es el uso de plásticos no reciclables en terapias avanzadas como la terapia génica, donde las exigencias regulatorias y la falta de alternativas sostenibles generan un conflicto entre los objetivos medioambientales y las necesidades clínicas.

8. Adaptar políticas globales a las realidades locales es fundamental para el éxito de las iniciativas sostenibles.

La implementación de prácticas sostenibles no puede abordarse de manera uniforme a nivel global. Las diferencias en infraestructura, políticas públicas y condiciones socioeconómicas entre países requieren enfoques locales específicos. Adaptar las políticas globales a las necesidades y capacidades locales no solo facilita la ejecución de las iniciativas, sino que también garantiza su viabilidad y impacto a largo plazo. Las empresas que logran tener éxito en la sostenibilidad son aquellas que equilibran sus objetivos globales con las dinámicas locales de los mercados en los que operan.

 

En conclusión:

La sostenibilidad es mucho más que un objetivo ambiental: es un tema de relevancia estratégica que afecta múltiples aspectos de la industria farmacéutica, desde la innovación hasta la regulación. Eventos icónicos como Farmaforum y organizaciones comprometidas como WIP® ISPE Iberia Afiliada son catalizadores esenciales en este recorrido. Además de proporcionar una plataforma para el diálogo y el intercambio de conocimientos, también promueven la diversidad y la colaboración, fomentando un entorno donde todos los talentos pueden prosperar y contribuir al avance de la industria.

Datos del autor
Nombre Sónia Isabel Castanheira y Marta Malo de Molina
Empresa Women In Pharma, ISPE Iberia y Takeda, respectivamente
Cargo Committee Member y Coordinadora “Young Professional”
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