22/06/2022 / Guillermo Rodríguez

Pilar Redondo

Excluir a las mujeres de los puestos directivos es renunciar a la diversidad que podría aportar el 50% de la población

Entrevista

Estudió Farmacia en la Universidad de Alcalá y se especializó en Farmacia Industrial y Galénica, y en Análisis y Control de Medicamentos, para unos años después convertirse también en máster de Farmacia y Tecnología Farmacéutica. 
Pilar Redondo, directora de planta de Takeda, posee todo el conocimiento que estudios y una gran experiencia profesional en la industria pueden aportar. Sin embargo, tras casi 30 años en el sector no duda en poner el acento en la importancia de “dar visibilidad al talento femenino que ya está ocupando puestos de responsabilidad. En nuestro país contamos con algunos casos particularmente reseñables y ellas deberían ser un modelo, una referencia”.

¿Cómo está actualmente tu sector y, más concretamente, tu ámbito como directora de planta de Takeda? ¿Qué retos consideras que tiene por delante la industria farmacéutica?

En mi opinión la industria farmacéutica se enfrenta a diversos retos. Por un lado, mantener un elevado nivel de innovación, ya que aún existen muchas áreas con necesidades médicas no cubiertas. Al mismo tiempo debemos hacer frente al reto de la sostenibilidad y la accesibilidad, mejorar continuamente nuestros procesos de desarrollo, fabricación y suministro más eficientes es necesario.

 

Entre ellos, podríamos destacar el de una mayor incorporación de mujeres a puestos directivos y/o consejos de administración, ¿no? ¿Cuáles son las principales dificultades u obstáculos que, a tu juicio y según tu experiencia, deben afrontar las mujeres para el desarrollo de su carrera en este sector? ¿Y qué medidas propondrías?

Este es uno de esos sectores (como el de la educación o el sanitario) en el que la presencia de la mujer es mayoritaria en promedio, pero bastante baja cuando miramos a los puestos directivos. ¿Razones? No creo poder aportar nada diferente de aspectos extensamente discutidos, barreras externas (como prejuicios o clichés) y barreras internas (el famoso techo de cristal). ¿Cómo resolverlo? Las empresas pueden ayudar con programas de estímulo específicos, acompañamientos, mentorizaciones, etc., pero creo que todo pasa por ayudar a que las mujeres puedan apostar por su carrera tanto como sus parejas, construyendo un modelo familiar más equitativo y, para ello, el trabajo empieza desde la escuela, donde niños y niñas puedan ver los modelos adecuados.

 

¿De qué modo pueden el sector educativo (de la secundaria a la universidad) y las propias empresas fomentar las vocaciones femeninas en la industria farmacéutica? ¿Cómo se puede incentivar la autoconfianza en las mujeres?

Sin duda, para mí, una de las tácticas fundamentales es dar visibilidad al talento femenino que ya está ocupando puestos de responsabilidad. En nuestro país contamos con algunos casos particularmente reseñables y ellas deberían ser un modelo, una referencia para las jóvenes que se están formando ahora. Y, por qué no, son también un buen mensaje para los jóvenes que se incorporarán a la industria en el futuro, ayudándoles a desmontar esos prejuicios y estereotipos que tanto daño hacen.

 

¿Qué características consideras que son necesarias para cubrir un puesto de liderazgo?

Un puesto de liderazgo debe asentarse en unos sólidos cimientos morales y contar con un fuerte sentido de la responsabilidad. El líder debe estar al servicio de su organización, debe hacer crecer a su equipo. Un puesto de liderazgo exige estar dispuesto a un aprendizaje continuo, asumir derrotas en primera persona y atribuir los éxitos al equipo. Un buen líder debe marcar el rumbo de la organización y, para ello, debe diferenciar lo esencial de lo accesorio.

Para mí la clave es tener una política de RRHH de apertura a la diversidad que fomente la igualdad de oportunidades para todos los empleados y, no sólo atendiendo a cuestiones de género, también de procedencia, edad o condición sexual, sin olvidar la diversidad de pensamiento.

 

¿Qué punto diferenciador crees que aporta una mujer/un equipo diverso a un comité de dirección?

No me gusta pensar que una mujer, por el hecho de ser mujer, aporta algo específico, no me gusta la generalización: “las mujeres somos …”, “las mujeres tenemos …”... Me da la impresión de que eso es precisamente caer en el estereotipo. Prefiero pensar que nadie debería ser excluido de un comité por el mero hecho de ser mujer y que, por tanto, deberíamos ver más mujeres en puestos más altos. Cada persona aporta al comité su personalidad, sus conocimientos, su experiencia, sus habilidades, sus limitaciones… Excluir a las mujeres de los puestos directivos es renunciar a la diversidad que podría aportar el 50% de la población.

 

¿Qué consejos darías a una mujer en la industria farmacéutica para crecer profesionalmente?

Exactamente los mismos que a un hombre. Que crea en ella, y que no renuncie simplemente porque es lo que se espera de ella.

 

¿Cua?les son tus esperanzas/expectativas en cuanto al rol ejecutivo de la mujer en la industria farmacéutica?

Miro a mi alrededor y en mi propia compañía veo mujeres jóvenes con un talento increíble, con una energía arrolladora… No puedo pensar sino que el futuro está en sus manos. Y será un futuro apasionante.

Conoce a Pilar Redondo
Nombre Pilar Redondo
Empresa Takeda
Cargo Directora de planta
Biografía
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