06/07/2022 / Guillermo Rodríguez

Inés Perea

Las mujeres confiamos en nosotras mismas, pero debemos ver que hay una respuesta también política, social e industrial

Entrevista

Deportista nata, madre devota y profesional de trayectoria intachable, Inés Perea, directora general para España y Portugal de Jazz Pharmaceuticals, lleva cerca de 30 años en la industria farmacéutica, tiempo durante el cual se ha convertido en una abanderada defensora del talento femenino y en una auténtica convencida del potencial de los equipos de trabajo diversos. Su vocación de compromiso para con la sociedad le ha llevado a colaborar con numerosas asociaciones, sin embargo, su participación como miembro del comité promotor de Mujeres en Farma, una iniciativa que no solo busca dar visibilidad a las mujeres del sector sino fomentar una cultura corporativa basada en la igualdad y la diversidad, destaca inevitablemente en su carta de presentación.

¿Qué retos consideras que tiene por delante la industria farmacéutica?

La industria en general, y la farmacéutica en particular, se encuentran en un momento de gran incertidumbre económica, política y social. Si nos focalizamos en la industria farmacéutica, la pandemia ha supuesto diferentes vaivenes tanto de consolidación como de reputación. Las vacunas nos han situado en el centro de atención y hemos constatado que la confianza en nosotros se ha incrementado. Ahora debemos trabajar para cimentar nuestro posicionamiento como un aliado en el desarrollo de soluciones de salud vitales. El público nos mira y nos escucha, está prestando más atención que nunca a la industria farmacéutica y al desarrollo de fármacos, y debemos responderles con confianza y seguridad.

Por lo tanto, creo que nuestros principales retos deben ir enfocados a reforzar esa confianza en el trabajo que realizamos por el bienestar de la salud y de la población y a afianzar nuestro papel como socios de elección de las Administraciones Públicas, de las que somos colaboradores, no solo en la creación de medicamentos o soluciones de salud, sino también a la hora de mantener la calidad y sostenibilidad del Sistema Nacional Sanitario.

 

Entre los retos de la industria, podríamos destacar el de una mayor incorporación de mujeres a puestos directivos y/o consejos de administración, ¿no? ¿Cuáles son las principales dificultades u obstáculos que, a tu juicio y según tu experiencia, deben afrontar las mujeres para el desarrollo de su carrera en este sector? ¿Y qué medidas propondrías?

Las mujeres nos hemos ido subiendo a un tren que ya estaba en marcha: “el desarrollo laboral”. Si miramos hacia atrás, hemos avanzado muchísimo en ello y según la última encuesta sobre el Empleo en la Industria Farmacéutica Innovadora 2021, más del 53% de los profesionales del sector son mujeres y las mujeres ya desempeñan casi la mitad de los puestos directivos de la industria farmacéutica, por lo que debemos estar muy orgullosas de lo que hemos conseguido.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Como afirma la ONU en el quinto de sus objetivos para transformar nuestro mundo (lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas): existen muchas dificultades: las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos los niveles de liderazgo político…

Nuestro mayor obstáculo es el rol que ha jugado históricamente la mujer en la familia, y en el que aún no hemos conseguido esa igualdad tan demandada. Creo que más que una cuestión de inversión o refuerzo de algunas posiciones, la clave está en la educación.

 

¿De qué modo pueden el sector educativo (de la secundaria a la universidad) y las propias empresas fomentar las vocaciones femeninas en la industria farmacéutica? ¿Cómo se puede incentivar la autoconfianza en las mujeres?

Un punto clave es reforzar las políticas de igualdad, en Jazz, por supuesto, estamos comprometidos con la igualdad de oportunidades, la diversidad, equidad, inclusión y pertenencia (DEIB en sus siglas en inglés). De hecho, hemos establecido objetivos para nuestras prácticas DEIB, incluyendo aumentar la diversidad de liderazgo de género, racial y étnico, y para lograr la paridad de género en todos los niveles en Jazz en 2025.

Es algo que desde todos los ámbitos y en todos los niveles (como comentaba, desde la escuela y la familia también), se debería potenciar y reforzar, ya que es la única forma de que consigamos fomentar las vocaciones femeninas, no solo en la industria farmacéutica, sino en todas. Las mujeres confiamos en nosotras mismas, pero debemos ver que hay una respuesta también política, social e industrial.

Y si tuviera que resumir algunas recomendaciones para incentivar la autoconfianza, recalcaría la importancia de aprender a desafiar las creencias autolimitantes y reconfigurar nuestra narrativa interna; destacar nuestros logros, identificar modelos positivos a seguir, desarrollar/adoptar una mentalidad de crecimiento, y practicar la confianza en uno mismo. Salir de nuestra zona de confort, lleva tiempo, pero poco a poco se vuelve menos amenazante y natural.

 

¿Qué características consideras que son necesarias para cubrir un puesto de liderazgo?

La primera creo que es la confianza, generar confianza entre tu equipo, tus iguales y tus superiores es fundamental, porque el liderazgo es cuestión de equipo, de escuchar, de compartir, de armonizar y de inspirar, no de tomar decisiones unilaterales. No se puede liderar a un equipo sin saber sus opiniones y sin tenerlas, por supuesto, en cuenta, y desde luego, nadie te seguirá si no confían en ti, o nadie te dará una oportunidad si falta esa confianza.

Asimismo, la valentía y la innovación son fundamentales. Haciendo lo mismo o teniendo miedo de tomar decisiones no se llega a ningún sitio.

Por último, saber delegar. Como decía antes, unilateralmente no se consigue nada, y delegar es sinónimo de confianza, que era mi primer pilar.

 

¿Qué punto diferenciador crees que aporta una mujer / un equipo diverso a un comité de dirección?

Creo que la diversidad es clave, como defendemos en Jazz, y esa diversidad es tanto ser mujer como la educación, la experiencia, las vivencias de cada cual… Una mujer aporta un elemento diferenciador no solo por el hecho de serlo, sino por el hecho de haberse desarrollado tal y como lo ha hecho hasta el momento.

Si todos pensamos igual, no cambiaremos la forma de hacer las cosas y entraremos en un círculo vicioso. Un equipo diverso con voces, experiencias y opiniones diferentes es clave para desarrollarse y crecer.

 

¿Qué consejos darías a una mujer en la industria farmacéutica para crecer profesionalmente?

Que no tenga miedo a arriesgarse. Que no se trata de elegir entre la carrera profesional y la personal, se pueden desarrollar ambas. Y que su voz, su opinión, su postura y sus aportaciones valen igual que las de cualquier otro, sea hombre o mujer.

 

¿Cua?les son tus esperanzas/expectativas en cuanto al rol ejecutivo de la mujer en la industria farmace?utica?

Que el día de mañana no hablemos de mujeres u hombres en los puestos de dirección de la industria farmacéutica, sino que hablemos de personas capaces, preparadas y valientes para hacer avanzar, desarrollar y crecer este sector.

Conoce a Inés Perea
Nombre Inés Perea
Empresa Jazz Pharmaceuticals y Mujeres en Farma, respectivamente
Cargo General manager Spain & Portugal y miembro del comité promotor
Biografía
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