Lleva trabajando en el laboratorio biofarmacéutico Sanofi desde el año 2000, desarrollando su carrera profesional a nivel internacional. Directora del centro industrial de Riells i Viabrea (Gerona) de Sanofi en España durante más de 4 años y en su actual responsabilidad desde el pasado septiembre, reconoce los retos que tiene por delante la industria farmacéutica y pone el acento sobre la riqueza de un equipo diverso que trabaje en la misma dirección y la necesidad de aprovechar la oportunidad de influir positivamente en las jóvenes que sueñan con la ciencia aún desconociendo todos los caminos que ésta ofrece.
¿Cómo está actualmente tu sector y, más concretamente, tu ámbito como directora de un centro industrial?
El tejido industrial farmacéutico, como no es excepción, está envuelto en una profunda transformación cuya vocación es la de ofrecer a nuestros clientes y pacientes soluciones innovadoras, tanto en las formas terapéuticas como en su accesibilidad, con el objetivo de dar respuesta a sus necesidades de salud.
La digitalización de nuestros centros de producción es uno de los focos que Sanofi tiene hoy en día para conseguir llevar nuestra excelencia industrial y performance a niveles superiores. No solamente debemos mejorar en agilidad, sino que probablemente también tenemos el reto de cambiar la percepción de nuestra sociedad con la industria, en particular, la de nuestros jóvenes.
Cabe destacar aquí la relevancia de nuestras jóvenes mujeres. La Fundación “L’usine extraordinaire” refleja muy bien nuestra ambición de ser la industria del mañana, es decir, una industria entendida como un conjunto de comunidades humanas deseosas de aportar un valor añadido a la sociedad que se inspira de la naturaleza para reinventarse y donde los residuos se convierten en nuevos recursos. Es muy importante conseguir ser una industria que trasciende su razón de ser y se pone al servicio de las necesidades fundamentales del ser humano.
Este es el cometido en el que nos encontramos felizmente envueltos, buscando que la transformación sea sinónimo de renovación, desarrollo y evolución, un concepto mucho más amplio, que va más allá de la producción.
¿Qué retos consideras que tiene por delante la industria farmacéutica?
El contexto tan particular que estamos viviendo nos exige más que nunca compartir nuestros propósitos, no sólo con los pacientes, sino también con nuestros colaboradores, ya que éstos estuvieron comprometidos desde el principio a continuar con nuestra actividad diaria de producción.
La industria se enfrenta también a un reto mayor de digitalización de sus actividades, que van desde sus centros de producción hasta su forma de llegar a los médicos y pacientes. Para ello, vivimos una transformación de las competencias de nuestros colaboradores y nuevas formas de trabajar, siempre centradas en la excelencia de todos los procesos y con soluciones innovadoras al servicio de una mejor calidad.
Esta digitalización va de la mano con la humanización de nuestra actividad, un reto particularmente importante en las plantas de producción de nuestra industria. Cada colaborador trabaja con pasión con el fin de mejorar la salud de las personas, una misión que se palpa en el día a día de nuestras fábricas y nos permite seguir creciendo como compañía.
Finalmente, otro de los retos de la industria farmacéutica es la búsqueda continua de nuevas soluciones para minimizar el impacto medioambiental. Por ello, Sanofi se ha comprometido con ‘Planet Mobilization’, un programa diseñado para evaluar y limitar los impactos directos e indirectos de nuestras operaciones en el medio ambiente a lo largo del ciclo de vida de nuestros productos. Y, todo ello, sin romper el compromiso ético y de calidad que fundamentan nuestra actividad.
Entre los retos de la industria podríamos destacar también el de una mayor incorporación de mujeres a puestos directivos y/o consejos de administración, ¿no? ¿De qué modo crees que pueden el sector educativo (de la secundaria a la universidad) y las propias empresas fomentar las vocaciones femeninas en la industria farmacéutica? ¿Cómo se puede incentivar la autoconfianza en las mujeres?
Me encanta que me hagas esta pregunta, ya que tiene mucha relevancia en la parte industrial de nuestro sector, porque desde Sanofi estamos comprometidos en el desarrollo de oportunidades para jóvenes mujeres.
Desde nuestros centros industriales trabajamos de la mano con nuestra comunidad y las autoridades locales para fomentar la empleabilidad de las jóvenes y enseñarles que existe un amplio abanico de posibilidades en nuestro sector y en nuestras fábricas. Aún debemos seguir trabajando porque nos queda mucho recorrido en este sentido, además de dar visibilidad a nuestros oficios desde bien temprano en los colegios y promover la creciente presencia de mujeres en puestos técnicos y directivos.
Tenemos una gran oportunidad de ser copartícipes en la formación de los futuros talentos femeninos con el fin de facilitarles la entrada a la industria farmacéutica. Y es que es un orgullo compartiros que en el centro industrial de Riells i Viabrea (Gerona) de Sanofi en España lo estamos logrando, ya que un 50% de los colaboradores son mujeres y en el Comité de Dirección hay una presencia del 60% .
¿Qué características consideras necesarias para cubrir un puesto de liderazgo?
Creo profundamente que un buen líder es el que logra inspirar a su gente. Añadirle ejemplaridad, honestidad y transparencia son condiciones fundamentales para conseguir confianza. También destacaría que un buen líder debe saber impulsar el cambio y la transformación, no sólo para sus colaboradores, sino que debe empezar por uno mismo. Podría resumirse en el concepto “inside-out”, muy bien explicado por uno de los mejores expertos en acompañar a líderes, Dani Poch.
Finalmente, si nos centramos en el aspecto de inspirar, incluiría que debe ser capaz de embarcar y atraer a las nuevas generaciones cuyas aspiraciones y exigencias hacia sus líderes son muy diferentes a las que nos enseñaron a nosotros.
¿Qué punto diferenciador crees que aporta una mujer/un equipo diverso a un comité de dirección?
Ante todo, lo esencial es tener la certeza de querer ser líder y estar dispuesto a asumir las responsabilidades que conlleva esta decisión. La segunda clave es, sin duda, creer firmemente en la capacidad de llevar a cabo este proyecto sin titubear. Dicho esto, y sin caer en tópicos, creo que la diversidad, en cuanto a género, es la combinación ganadora y fuente garantizada de éxito, fuerza, sensibilidad, intuición y valentía.
¿Has tenido en tu vida alguna mujer que te haya inspirado? ¿Alguien del sector? ¿Alguna mentora o mentor? ¿Quién era, y de qué manera influyó en tu camino profesional?
Debo decir que soy de las mujeres que busca su inspiración en hechos y personas, en apariencia sencillos pero llenos de significado. Creo profundamente en la belleza de la vida, en su esencia más pura, y a la que solemos olvidarnos de mirar, ya que habitualmente estamos envueltos en un ritmo de vida demasiado intenso.
Creo que si una sabe apreciar y estar atenta a los mensajes que nos devuelve cada instante, incluidos los momentos más difíciles, encuentra las respuestas para seguir adelante y crecer como persona.
Como secreto, debo compartir que desde el día que fui madre, descubrí el poder de inspiración en los niños. Pienso que son magia pura y nos ofrecen, en miles de ocasiones, respuestas a nuestras dificultades de mayores.
Recuperando el tema de los retos de la industria farmacéutica… Las mujeres siguen siendo las mayores responsables de su hogar, a pesar de compartir cada vez más tareas con los hombres. En tu caso personal y teniendo en cuenta el cargo de responsabilidad que ostentas en tu empresa, ¿cómo logras la conciliación entre tu vida personal y profesional?
No creo que exista una fórmula perfecta, sino que una debe encontrar el modelo que le ofrezca un equilibrio con el que se sienta en paz, tanto a nivel profesional como personal.
En base a mi experiencia personal, mi carrera profesional ha implicado sacrificios y esfuerzos para los que una debe estar preparada para enfrentarse a ellos, pero cada uno de ellos ha valido la pena.
Pienso que un punto esencial, cuando una es esposa y madre, es lograr que este camino se juegue en equipo y siempre con mucho respeto mutuo. Y, como condición de éxito, me gustaría destacar que cada miembro del equipo debe estar dispuesto a dejar que los demás tengan su momento de protagonismo, atención y libertad.
Lo importante es que la dirección que una elija tenga sentido con su propósito y proyecto común de vida, aceptando que una no tiene por qué ser perfecta en todas circunstancias.
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