Los palets como solución para el almacenaje de todo tipo de productos han ido evolucionando y mejorando en función de las necesidades demandadas por los diferentes sectores industriales. Pero no todos los palets son iguales; varían según el sector para el que se utilizan o el tipo de carga que transportan.
Entre los sectores que demandan unas características más específicas para sus palets está la industria química. Teniendo en cuenta que este ámbito requiere de un cuidado especial, como consecuencia de la peligrosidad que puede entrañar para el medioambiente por sus procesos, sus componentes y el transporte de mercancías delicadas, necesita de soluciones que refuercen la calidad de sus productos al tiempo que garanticen la seguridad, higiene y la protección medioambiental y de la propia carga.
Para solventar estas situaciones, el sector siempre ha utilizado los llamados palets químicos o palets CP, de madera, que se diferencian de los palets más comunes por la gran variedad de modelos que presentan y se clasifican según su tamaño y por el tipo de construcción. Sin embargo, a pesar del uso estandarizado de los palets químicos, las empresas los están empezando a sustituir por los de plástico al tratarse de un material más duradero, higiénico y sostenible que también cumple estrictamente con las normas de calidad exigidas.
Entre sus principales ventajas, los palets de plástico son más ligeros, ofrecen más resistencia y estabilidad, son impermeables, son de fácil limpieza y reciclables y ahorran espacio y costes. Es decir, que se trata de palets igual de resistentes que los de madera CP pero que también aportan un valor añadido a sus productos. Por eso, se están convirtiendo poco a poco en una opción más valorada en la industria química de la mano del amplio know-how desarrollado por empresas de referencia en este ámbito como Nortpalet.
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