TRATAMIENTO DE AGUAS interesante disponer de distintos sistemas de almacenamiento y distribución para evitar posibles contaminaciones cruzadas. Depósito de almacenamiento El depósito ha de mantener la calidad del agua y tener una capacidad suficiente para evitar oscilaciones excesivas del sistema de generación. Es necesario que el volumen total del depósito se renueve entre 1 y 5 veces / hora. Es necesario tener este dato presente a la hora de realizar los cálculos hidráulicos del sistema, de manera que, incluso en los momentos de mayor consumo, el caudal de retorno siga siendo el suficiente para cumplirlo. Renovando el volumen total del depósito entre 1 y 5 veces / hora evitamos que el agua almacenada pueda parecer “estancada”. No se recomienda dimensionar el volumen de los depósitos de almacenamiento demasiado grandes porque eso implica que el volumen “muerto”, que queda vacío en la parte superior, también será grande, con el consiguiente riesgo de contaminación. El tamaño del depósito debe permitir minimizar los ciclos del equipo de generación, permitiendo ejecutar tareas de mantenimiento, así como evitar la cavitación de la bomba. Figura 1. Deposito almacenamiento PW. Bomba y lazo de distribución El agua en constante circulación es más difícil que tenga niveles altos de contaminación, en contraste con los sistemas unidireccionales, que son básicamente un brazo muerto, si no son vaciados y drenados frecuentemente. La curva de funcionamiento del sistema deberá ser cuidadosamente calculada, de manera que al seleccionar la bomba, ésta no trabaje fuera de su propia curva y cavite. La cavitación de la bomba puede causar contaminación por partículas. El lazo de distribución deberá diseñarse de modo que el agua fluya en régimen turbulento para evitar la formación de biofilm. Esto se consigue cuando el número de Reynolds es superior a 2.100, aunque se aconseja como mínimo 3.000. La práctica indica que, al comienzo del lazo, la velocidad suele ser de 3m/sg y en el retorno, de 1m/sg. En ningún caso la velocidad ha de bajar de 0,5m/sg. El sistema ha de mantenerse siempre en presión positiva y evitar depresiones en caso de alta demanda. Para conseguirlo, las bombas deberán contar con variadores de frecuencia. Intercambiador de calor El sistema de distribución debe disponer de los elementos necesarios para la ejecución de sanitizaciones, para el control de microorganismos. La sanitización puede ser continua o periódica y el sistema deberá poder ser operado en ambas condiciones. El cálculo de los caudales de servicios auxiliares deberá permitir que la ejecución de estos ciclos de limpieza sea lo más ágil y eficaz posible. Si la sanitización del sistema es térmica, el mismo intercambiador encargado de controlar la temperatura del agua en funcionamiento normal, será el encargado de ejecutar el calentamiento del agua, mantenimiento y posterior enfriamiento hasta la temperatura inicial del ciclo. Debido al tipo de bacterias encontradas en los sistemas de agua purificada, para garantizar la aniquilación de microorganismos, no se requieren sanitizaciones térmicas con vapor en el interior del lazo. Además, la sanitización con vapor requiere puntos bajos para eliminación de los condensados y que éste vapor sea vapor puro, con el consiguiente coste de producción. En el caso de que la sanitización sea química, ésta se hará normalmente con ozono, que debe ser inyectado a la entrada del depósito de almacenamiento, pues es el lugar más crítico por la baja velocidad del agua dentro de él. El cálculo del caudal de ozono a inyectar dependerá del diámetro y caudal del lazo, del volumen del depósito de almacenamiento y de la calidad del agua. El ozono, que no puede salir por los puntos de uso, es eliminado al comienzo del lazo mediante una lámpara UV a 254nm, convirtiendo las moléculas de Ozono en moléculas de Oxígeno. Cuando se estén ejecutando los ciclos de sanitización química, la lámpara permanece apagada para que el Ozono haga su función oxidativa. El uso del ozono se ha ido imponiendo por encima de otros oxidantes, como el cloro, por ser el doble de potente y no ser necesario el vaciado del lazo para su eliminación. Un método de control microbiológico, aunque no de sanitización es el empleo de lámparas UV en la impulsión de los lazos. La radiación UV produce alteraciones del ADN de los microorganismos, reduciendo su población. Sin embargo, la efectividad de esta radiación viene limitada por la calidad del agua, el caudal, la intensidad de la radiación, el tiempo de contacto y el tipo de bacteria a eliminar. La efectividad de la radiación UV se ve afectada por el efecto sombra de unas partículas delante de otras. 2.2 Aspectos constructivos y de diseño Los sistemas de almacenamiento y distribución de aguas farmacéuticas deberán diseñarse para asegurar un suministro fiable de agua de calidad farmacéutica. Deberán construirse de manera que no se creen recovecos difíciles de limpiar. Y en la medida de lo posible, para las operaciones de mantenimiento, estos equipos deberán tener acceso desde el exterior de la zona de fabricación. Depósito de almacenamiento La ubicación del tanque de almacenamiento será próxima al equipo de generación, siempre que la zona disponga de un acceso adecuado. Los tanques de almacenamiento suelen ser de configuración vertical, porque presentan varias ventajas frente a los de configuración horizontal, como son su menor volumen muerto (volumen del depósito que no está en contacto con el agua almacenada), diseño del sistema de mojado más sencillo, menor área necesaria para su ubicación y menor coste de fabricación. Los depósitos de configuración horizontal sólo se utilizan cuando la altura disponible en la zona técnica es escasa. 48 MARZO/ABRIL16 FARMESPAÑA INDUSTRIAL
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