DRUG DELIVERY SYSTEMS seguida por la tópica (piel), inhalatoria, rectal, oftalmológica y finalmente parenteral. A pesar del mayor coste de producción y la baja preferencia de los pacientes, se ha observado en los últimos años un incremento considerable en el uso de la forma parenteral (Figs. 1 y 2). Una posible explicación es la irrupción de los medicamentos biotecnológicos, normalmente sensibles a la degradación en medio gástrico, que han conducido al gran desarrollo de fármacos inyectables. Por otra parte, aunque los comprimidos son la principal forma de dosificación oral, se puede observar un estancamiento del lanzamiento de estas presentaciones farmacéuticas en el mercado de Estados Unidos y un fuerte decrecimiento en Europa en 2015 (Figs. 1 y 2). Sin embargo, entre 2007 y 2015, el lanzamiento de nuevos productos farmacéuticos en cápsula ha mostrado un crecimiento superior al 200% tanto en Estados Unidos como en Europa (Figs. 1 y 2). Cápsulas duras: una forma versátil en la dosificación oral Existes diversas razonas por las cuales las cápsulas representan una buena alternativa a los comprimidos. Las cápsulas fueron inventadas en la primera mitad del siglo XIX como una solución para enmascarar los malos olores y sabores de los medicamentos. Es considerada la forma farmacéutica oral más versátil ya que puede dosificarse con polvos, pellets, gránulos, comprimidos, cápsulas blandas, líquidos, matrices semisólidas y diversas combinaciones. Esta flexibilidad en la formulación permite combinar productos con diferentes pHs o perfiles de liberación de los principios activos (liberación inmediata y retardada). Por otra parte, la formulación en cápsula permite el uso de un gran rango de excipientes. Sin embargo, estos se utilizan en menor número que en formulaciones de comprimidos en los que, además del uso de diluyentes, disgregantes y deslizantes, debe incluirse excipientes aglutinantes. Actualmente existen dos tipos de cápsulas duras que podemos clasificar en función de su origen. El primer producto comercializado fue la cápsula de gelatina debido a que era un producto comestible, de fácil formulación y con un excelente perfil de disolución a diferentes pHs. Las cápsulas de gelatina son de origen animal, tienen un contenido de humedad de entre un 13 a un 16 % pudiendo llegar a ser frágiles cuando pierden humedad debido a que el agua actúa como plastificante. Por otro Figura 3. Pasos seguidos para la inhalación de polvo seco en cápsulas. lado, la gelatina proveniente del colágeno es de naturaleza proteica y puede reaccionar con productos o subproductos de la formulación resultando en el fenómeno de “cross-linking” (formación de una película reticulada en la estructura de la cápsula) que reduce la solubilidad de la cápsula en cualquier medio de disolución. Con el objetivo de minimizar estos problemas, a principios del año 2000 se lanzó al mercado una nueva cápsula fabricada a partir de otro polímero, la hipromelosa (Hidroximetilpropilcelulosa ), material inerte de origen vegetal de menor contenido de humedad (entre un 4 % a un 6 %) y con un perfil de disolución similar al de las cápsulas de gelatina. Estas cápsulas han resultado ser un avance importante para formulaciones sensibles a la humedad. Un ejemplo sería el caso del omeprazol conocido por ser un producto altamente higroscópico que absorbe humedad de la cápsula que lo contiene resultando en la pérdida de estabilidad del mismo. Sin embargo, en las cápsulas de hipromelosa el agua no actúa como agente plastificante por lo que la pérdida de humedad no altera las propiedades mecánicas de las mismas convirtiendo a estas cápsulas vegetales en una alternativa ideal para el desarrollo de estos productos farmacéuticos. Candidatos interesantes para la formulación en cápsula dura La evolución del mercado farmacéutico en los últimos años ha demostrado que las cápsulas duras son una clara opción ante las demandas de los nuevos desarrollos farmacéuticos. En la actualidad, se están investigando nuevas moléculas más complejas que tienen un bajo nivel de solubilidad o absorción en el organismo. Normalmente, estos compuestos no son hidrosolubles y es necesario utilizar solventes especiales para incrementar su biodisponibilidad. Estos solventes se presentan en forma líquida y las cápsulas de hipromelosa representan la solución ideal para este tipo de formulaciones. Los avances en tecnología farmacéutica también han conducido al desarrollo de rutas de administración de medicamento menos invasivas tales como la vía de inhalación. Esto se asocia a una tecnología de inhalación principalmente destinada a enfermedades pulmonares crónicas que asegura que el activo vaya directamente al lugar de acción, el pulmón, evitando los efectos de paso por el tracto digestivo y agilizando el comienzo de su efecto terapéutico. Actualmente existen diferentes tipos de inhaladores tales como nebulizadores, aerosoles (pMDI) e inhaladores de polvo seco (DPI). Los DPIs tienen múltiples ventajas, entre las que destaca su simplicidad de uso y lavado, siendo pequeños y portables. Se activan por el paciente sin necesidad de coordinar la presión del inhalador con la inhalación del paciente, como sí se requiere en el caso de los pMDI. Estas características han llevado a que se estime que los DPIs se convertirán en el principal tipo de inhaladores en el mercado en 20182. Los primeros DPIs utilizaban cápsulas de gelatina. Sin embargo, las ventajas que representan las cápsulas de hipromelosa ya mencionadas son muy afines a este tipo de tecnología de inhalación. 56 MARZO/ABRIL16 FARMESPAÑA INDUSTRIAL
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