î TECNOLOGÍA DE LABORATORIOS Richard Hall HallTech (representante de Dialight en España y Portugal) www.dialight-iberica.com INTENTANDO ARROJAR ALGUNA LUZ SOBRE LOS LEDS INDUSTRIALES En el siguiente artículo se analiza la vida de una luminaria LED industrial: cómo se estima, cuáles son las reglas actuales y qué debería creerse de las “vidas” anunciadas, así como los costes que deben tenerse en cuenta al evaluar la iluminación LED industrial. La vida de la iluminación tradicional Históricamente, la vida útil de muchos tipos de iluminación ha sido fácil de entender. Una bombilla incandescente, básicamente, mantiene su nivel de iluminación (en realidad se reduce, pero no de forma apreciable) hasta el momento en que se funde el filamento y la luz se apaga. El tiempo que transcurre hasta este punto ha sido objeto de muchos años de investigación. En la década de 1920 las bombillas incandescentes duraban 2.500 horas pero, como resultado de un acuerdo entre los miembros del cártel Phoebus, esta vida se redujo gradualmente a 1.000 horas con el fin de garantizar la continuidad de las ventas de bombillas (pero eso es otra historia...). La vida de los LEDs es diferente Los LED de alta calidad en luminarias de alta calidad normalmente no “mueren”, pero el nivel de luz (lúmenes) decae gradualmente. La velocidad a la que decae está influenciada por la corriente que pasa a través de ellos y, especialmente, por la temperatura de las carcasas de los LEDs. Generalmente se acepta que la vida útil de una luminaria LED acaba cuando la generación de luz se ha reducido a un 70% del nivel original. Hablaremos más sobre este tema más adelante. Los LEDs de baja calidad–e incluso los de alta calidad, montados en luminarias de baja calidad–se apagan. Todos hemos visto semáforos en España con hileras enteras de LEDs que se han fundido (normalmente porque hay bastantes conectados en serie, y uno ha fallado “abierto”). Esto se debe a que los semáforos fueron una de las primeras aplicaciones no residenciales para los LEDs y muchos han llegado al final de su vida útil mucho antes de las 50.000 o 100.000 horas anunciadas. Pronto empezaremos a ver problemas similares en el alumbrado público de las calles–que era la siguiente aplicación masiva para los LEDs. Estos fallos son debidos a un mal diseño de estas luminarias en uno o varios aspectos críticos y/o a la falta de un proceso de producción robusto y bien controlado: 1. La estabilidad del controlador electrónico que debe ser capaz de mantener constante el voltaje y la intensidad eléctrica a través del LED, sin afectarle las variaciones transitorias del suministro eléctrico, ni los cambios de temperatura ambiental. 2. El control térmico de los LEDs. Esto se ve influenciado por las características del elemento LED individual, la adecuada conductividad térmica entre el LED y el disipador de calor, la efectividad del disipador en sí y el porcentaje de la corriente máxima a través del LED que éste utiliza realmente durante su funcionamiento. 3. La calidad de diseño y fabricación de los circuitos impresos. En aplicaciones no residenciales, los LED sufren vibraciones, impactos, temperaturas extremas y están sujetos a la humedad (lluvia o procesos de lavado). Los circuitos que no están bien protegidos de todas estas agresiones (Figura 1. La vida del LED depende mucho de su temperatura y todos los miles de 68 ENERO/FEBRERO16 FARMESPAÑA INDUSTRIAL
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