Como mencionábamos antes, entre el 70% y 90% de las fusiones fracasan. Una cifra sorprendentemente elevada, especialmente cuando la mayoría de las causas no se achacan a fallos técnicos, financieros o relativos al producto, sino al propio proceso de integración. Cuando una compañía se encuentra inmersa en la realidad de una reestructuración a larga escala, los mecanismos de la integración e integridad de la cadena de negocio a menudo se perciben como fallos inevitables en esa transformación. El negocio principal de UPS incluye ayudar a las compañías a gestionar el cambio. Nosotros mismos hemos formado parte de una amplia gama de fusiones, compras y desinversiones, tanto en el sanitario como en otros sectores. Como compañía global, UPS ha adquirido seis empresas en Europa en los últimos tres años. Por tanto, conocemos bien los peligros y escollos del camino. Para las compañías sanitarias este proceso puede ser particularmente tenso, dada la naturaleza de los productos, la complejidad de las cadenas de suministro y las estrictas regulaciones que están involucradas. Afortunadamente, existen prácticas y estrategias que pueden impactar decisivamente en el resultado final. Es más, en nuestra experiencia, una gran estructuración ofrece una oportunidad para crear un cambio transformador que impulse significativamente la competitividad a largo plazo y el rendimiento de la nueva empresa. INDUSTRIAL ESPECIAL LOGÍSTICA Y DISTRIBUCIÓN 17 FARMESPAÑA Para una compañía en proceso de fusión o adquisición, el principal reto es la integración de compañías, culturas y sistemas dispares. Generalmente esto implica gestionar la duplicación y la creación de una única cadena de suministro altamente funcional, capaz de dar servicio a la nueva empresa en su conjunto. La habilidad de comunicar, compartir información y colaborar son rasgos que definen a las compañías capaces de armonizar culturas y lograr una fusión positiva. En el caso de una desinversión, la compañía tiene que luchar, a contrarreloj, para crear una cadena de suministro viable. Por tanto, en ambos procesos, el tiempo suele ser la principal presión y la calidad de la información es determinante para el éxito. Toda empresa sanitaria necesita cumplir con dos requisitos cruciales en su cadena de suministro: rapidez y eficiencia. Tanto en los escenarios de fusiones y compras como de desinversiones, la solución pasa por contar con un partner logístico global, capaz de proporcionar soluciones cuya implementación supondría a la propia compañía entre seis y doce meses. En el caso de las fusiones o adquisiciones, uno de los beneficios (inesperados) del proceso es la oportunidad de sumar agilidad a la cadena de suministro. Especialmente en las compañías sanitarias, contar con una red óptima proporciona un claro impulso a la competitividad, al tiempo que facilita que la organización pueda adaptarse rápidamente a los cambios regulatorios. En definitiva, bien planteada, cualquier reestructuración puede ser el catalizador para un cambio positivo. En un sector tan cambiante como el sanitario, estas transformaciones suelen llevar a las compañías a revisar los sistemas legales, a incorporar nuevas tecnologías y a adoptar prácticas y acuerdos con partners, más adecuados para su próxima identidad y realidad corporativa. Se trata de aprovechar estas situaciones para aportar una visión más fresca de la red de suministro –la “columna vertebral” para una empresa sanitaria– y llevar a cabo un cambio transformador que impacte en la cadena de valor para mantener el éxito a largo plazo CUALQUIER REESTRUCTURACIÓN PUEDE SER EL CATALIZADOR PARA UN CAMBIO POSITIVO. ESTAS TRANSFORMACIONES SUELEN LLEVAR A LAS COMPAÑÍAS A REVISAR LOS SISTEMAS LEGALES, A INCORPORAR NUEVAS TECNOLOGÍAS Y A ADOPTAR PRÁCTICAS Y ACUERDOS CON PARTNERS, MÁS ADECUADOS PARA SU PRÓXIMA IDENTIDAD Y REALIDAD CORPORATIVA
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